Las palillonas del prestigioso Instituto Departamental de Oriente (IDO), con sus 78 años de historia, deslumbraron en los recientes desfiles patrios, representando con orgullo y alegría la identidad hondureña. Su traje, que combina vibrantes tonos de azul y rosa con destellos dorados, simboliza tanto la riqueza cultural del país como la libertad conquistada. Las plumas elevadas en su vestuario evocan el vuelo de la independencia, transformándose en un merecido homenaje a la historia y tradición de Honduras.
Este impresionante atuendo ha sido diseñado y coordinado con esmero por las docentes Mirna Patricia Álvarez, Lesly Karina Izaguirre y Mirna Talavera, encargadas del cuadro de palillonas del prestigioso IDO. La elección de los colores y detalles buscan transmitir un mensaje de patriotismo, alegría y orgullo nacional, que llenaron de color y fervor las calles danlidenses, durante las recientes festividades patrias. La creatividad y dedicación de estas docentes reflejan el compromiso del IDO con la formación integral de sus estudiantes y la promoción de la cultura hondureña.
Fundado el 22 de mayo de 1947, el IDO ha sido un pilar en la educación de la zona oriental y del país. Como el instituto más grande de la región y el segundo a nivel nacional. Pionero en la formación de maestros de educación primaria urbana, egresando a las primeras generaciones en 1957. A lo largo de los años, ha expandido su oferta académica, incluyendo siete modalidades de estudio que van desde educación básica técnica hasta diferentes bachilleratos especializados en áreas como contaduría, administración, informática, robótica, hotelería y banca.
La historia y el compromiso del IDO no solo se reflejan en su legado académico, sino también en su participación activa en eventos culturales y patrióticos. Las palillonas, vestidas con orgullo y tradición, simbolizaron el espíritu de una institución que ha formado generaciones de profesionales y que continúa promoviendo los valores patrios.
Este desfile cívico fue mucho más que un despliegue de color y alegría; fue un poderoso recordatorio del papel esencial que desempeña el IDO en la construcción de una identidad hondureña vibrante y orgullosa. Con coreografías espectaculares, fruto de meses de arduo trabajo, talento, precisión y dedicación, tanto de las autoridades educativas como de las bellas participantes que demostraron que la pasión y el compromiso pueden transformar cada paso en un símbolo de nuestra cultura. Este evento reafirma la importancia de seguir promoviendo la educación, la cultura y el espíritu de unidad con Excelencia.